Una luz especial para un día especial. El alma está inquieta, ya se nota en el ambiente que algo grande se avecina. Un año dormidos, añorando lo que quizás no vendrá, y deseando despertarnos para empezar a soñar. El sueño de los despiertos, un sueño de realidad.
El perfume de los nardos, un sublime canto de estrellas, el color y la alegría... Un recuerdo vivo, que estalla en nuestra memoria y nos abre las puertas del cielo para llegar a la gloria. Y si la gloria está en el cielo, ¡Gloria a Dios en Valencina! Esa noche los luceros traviesos se arremolinan y, curiosos, dejan el cielo para venir a Valencina, que se hace firmamento y sólo un Sol la ilumina.
Cuarenta días... Ten paciencia torrijero, falta poco...
fernandito eres un crack colega!
ResponderEliminarchonilove;)