jueves, 29 de diciembre de 2011

Resumen 2011. Sevilla

Mucho es lo que ha dado de sí este 2011 en lo cofrade. Concretamente, en Sevilla capital ha habido noticias de lo más variopintas, como podemos comprobar a continuación. Valencina Cofrade ha hecho una selección de las que cree más destacadas.
La primera de ellas llegaba en el mes de enero, cuando se hacía público el anuncio de que la corporación de vísperas del barrio de los Remedios, Pasión y Muerte, obtenía del arzobispado el rango de Hermandad de Penitencia. En este 2011 hizo por primera vez su estación de penitencia, como siempre el Viernes de Dolores a la parroquia de Santa Ana, con nazarenos. La cruz de guía de la Hermandad de la Estrella era la que abría el cortejo.
Noticias de otro tipo, como la filtración del cartel anunciador de la Semana Santa, dieron y aún están dando mucho que hablar.

En febrero fueron muchas las exposiciones que tuvieron lugar en Sevilla relacionadas con la Semana Santa. El Círculo Mercantil se consolida como sede expositoria, recibiendo multitud de elogios e incluso algún galardón por esta labor cultural.
Lo anterior provoca la apertura de un nuevo debate sobre si el Consejo de Cofradías debería preocuparse por este tipo de actos.
La estampa nos la deja el Cristo de las Tres Caídas de la Hermandad de la Esperanza de Triana, portando en su vía crucis anual la cruz de madera, recientemente restaurada, que antiguamente sacaba cada Viernes Santo.

El mes de marzo no estuvo ni mucho menos libre de polémica, todo lo contrario. El arzobispado prohíbe entrar en la catedral al crucificado de la Salvación de la Hermandad de la Soledad de San Buenaventura con motivo del 75 aniversario de su hechura. Esto se haría durante el vía crucis ordinario que se realiza con la imagen, pero sobre un paso procesional en vez de en andas. La lluvia irrumpió en la salida justamente cuando estaban los ciriales en la puerta del templo y todo el cortejo en la calle, excepto el paso.
Otro asunto más que polémico fue la dimisión del hermano mayor de la Resurrección tras una invitación a dimitir por parte del propio arzobispo. Todo ello derivado del tan tratado tema del cambio de día para la cofradía, calificada por el prelado como Hermandad de Gloria, causando así una incongluencia con la organización del Consejo y con las propias reglas de la hermandad.
Otro asunto destacable, calificado también como "baculazo" al igual que los anteriores, fue el de las hermanas nazarenas, que a causa de un decreto pudieron retirar su papeleta de sitio en la totalidad de las hermandades de Sevilla.

Pero marzo también trajo consigo otro tipo de noticias. Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder ante Caifás presidió finalmente el vía crucis del Consejo en la Catedral de Sevilla, tras estar a punto de no salir de su templo de San Gonzalo por las inclemencias del tiempo. Gracias al pronóstico de un físico, que daría mucho que hablar en Semana Santa, el cortejo se aventuró a salir, causando estampas inéditas.

En abril, llagaba ya la Semana Santa. Entre las hermandades que pudieron realizar su estación de penitencia, destacamos a la Hermandad del Beso de Judas, que cambió su itinerario para procesionar por los Jardines de Murillo, lo cual, sin lugar a dudas, fue un acierto. Esto se debía al 50 aniversario de la primera salida de su dolorosa, la Virgen del Rocío, para pasar por su sede fundacional, Santa María la Blanca.

Pero el grueso de las cofradías de Sevilla no pudo hacer estación de penitencia. El Lunes Santo se quedó sin el Polígono de San Pablo, el Martes Santo estuvo seco de cofradías (los Javieres llegaron a poner la cruz de guía en el dintel de Omnium Sanctorum y el paso de misterio de la Bofetá llegó a pisar Conde de Barajas, retrocediendo rápidamente bajo un denso manto de agua), el Jueves Santo sólo hubo armaos por las calles, no existió la Madrugá y hubo ausencia de Viernes Santo. El Sábado Santo, el Sagrado Decreto dio sólo una chicotá en la calle, y el Sol se aventuró a salir hacia la Catedral, mojándose por el camino.

Ya en mayo, abundaron los actos y cultos extraordinarios. Por ejemplo, la Hermandad de San Esteban celebró su 85 aniversario fundacional con un besamanos conjunto de sus Titulares.

La Virgen del Rosario de la Hermandad de los Humeros procesionó de foma extraordinaria hacia la Catedral para presidir el pregón de las Glorias.

En Triana, Cristo rey salió también de forma extraordinaria (sobre el antiguo paso de misterio de Las Aguas) desde la parroquia de Santa Ana a la Catedral de Sevilla, con motivo del 125 aniversario del colegio de la calle Betis.

También hubo mucho de extraordinario en junio. La Hermandad de la O organizó un Corpus extraordinario por el centenario de su parroquia. Procesionaron Santa Brígida, la Virgen del Patrocinio Gloriosa (Cachorro) y el Santísimo en la custodia cedida por la Sed.
También la Hermandad de las Siete Palabras celebró un Corpus extraordinario por su feligresía, esta vez con motivo del 500 aniversario de su fundación. Lo más llamativo fue que la custodia procesionó sobre el paso de plata del Nazareno de la Divina Misericordia.
Por ese quinto centenario de las primeras hermandades sacramentales, la Hermandad de la Cena decidió que el Señor de la Sagrada Cena con el misterio al completo fuera a presidir el altar que anualmente monta para el Corpus. Hubo un intento de que el paso procesionara dentro del cortejo del propio Corpus, pero fue desestimada por sus organizadores.

Ya en agosto, lo destacable fue la participación de la Virgen de Regla, Titular de la Hermandad de los Panaderos, en el vía crucis con motivo de la visita del Papa a Madrid por las Jornadas Mundiales de la Juventud.

En octubre, muy destacable fue la procesión de la Virgen del Rosario de la Hermandad de la Macarena. Una multitud se concentró durante todo el recorrido alrededor de la Titular Gloriosa, evocando una Madrugá que este año había estado ausente de Macarena.
También en este mes se tenía que haber producido la salida extraordinaria del misterio de las Siete Palabras, tal como decidió el cabildo de hermanos, lo cual no fue aprobado por el arzobispado, que como mucho permitía un vía crucis con el crucificado.

Por estas fechas salta la polémica de los estatutos del Consejo con la filtración del borrador de la nueva edición.
La Virgen de Todos los Santos y la Virgen del Amparo fueron otras dos procesiones multitudinarias, recuperando parte del explendor de antaño. Tras el broche de oro puesto por la imagen de la Magdalena, la Amargura bajaba de su camarín para su besamanos, recuperando una antigua estampa que fue aplaudida por todos.
Ya en diciembre, la Vigilia de la Inmaculada en la Catedral fue presidida por la imagen concepcionista de la parroquia de la Concepción del barrio de Nervión.
En los besamanos de las Esperanzas se rememoró la riada del Tamarguillo, de la cual se cumplían 50 años, y la Operación Clavel.

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