jueves, 27 de enero de 2011

La cuaresma de la Cuaresma

A pocos días de que acabe el mes de enero, ya son muchos los que acumulan besamanos y tardes de quinario como si de vísperas se tratara. Este año, la Semana Santa será una de las más tardías posibles, y parece que, como siempre Sevilla al contrario de la lógica, se viven con más intensidad los "previos" a esta fiesta. Inmersos en una ola de frío, huele a incienso por las calles, ya se escuchan marchas en algunos comercios y hasta algún azahar se asoma tímidamente entre las hojas de un remoto naranjo. Las tertulias en marcha, coleccionables, ensayos de bandas, igualás de costaleros, quinarios y besamanos abarrotados... Con ganas de pasos, Sevilla desafía la cordura.
Hoy quedan cuarenta días para el Miércoles de Ceniza. Hasta entonces, Esperanza... ¡y bendita sea esta locura!

3 comentarios:

  1. Y a Ti, La Que está en San Gil,
    junto al Arco y la Muralla,
    junto a donde el mismo César
    te dejó a un armao de guardia,
    cuando tengo que nombrarte,
    me faltan ya las palabras.
    Te iba a decir azucena,
    iba a decirte espadaña,
    iba a decirte repique,
    iba a decirte campana.
    Te iba decir buganvilla,
    te iba a decir jacaranda,
    te iba a decir magnolia,
    ¿habrá flor más sevillana?
    Te iba a decir jazmín,
    y te iba a decir acacia,
    nardo pensaba decirte
    con yerbabuena y albahaca
    de los verdes terciopelos
    y el merino de las capas,
    San Basilio en el recuerdo
    de una columna entre llamas.
    Te iba a decir primavera,
    te iba a decir Madrugada,
    noche pensaba decirte
    y te iba a decir alba;
    te iba decir luz divina
    con la carita cansada...
    Así pensaba decirte,
    resplandor de la mañana.
    Te iba a decir blanca toca
    en el zaguán de Sor Angela,
    Salve Regina en Alcázares
    junto a San Juan de la Palma,
    te iba a decir calle Feria,
    te iba a decir calle Parras,
    te iba a decir Escoberos,
    pensaba decirte lágrima,
    iba a decirte sonrisa,
    fugaz belleza que pasa,
    relámpago de dulzura,
    Gioconda divinizada.
    Iba a decirte perfil
    y leyenda de una mancha.
    Yo te iba a decir huerta,
    y te iba a decir plaza,
    te iba a decir Callejones,
    y te iba a decir Gracia,
    o quizá sencillamente
    iba yo a decirte: "¡Guapa!"
    Iba a mirarte... y no puedo:
    ¿quién te aguanta esa mirada?
    Que no se puede aguantar
    la belleza de tu cara...
    Como todo te lo han dicho,
    mi silencio es el que habla,
    pues verás, Niña del Arco,
    que hay un nudo en mi garganta.
    Y sólo digo tu nombre,
    ése que todo lo alcanza,
    como te nombra Sevilla,
    como tu barrio te llama,
    como un viejo macareno:
    ¡mi Virgen de la Esperanza!

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  2. Musa de los saeteros Virgen de Sevilla entera,
    cantaba en la calle feria
    Vallejo a la Macarena.
    Almenas de la muralla
    que lloraban con la debla
    señora de las señoras
    que San Gil te guarda y vela.
    Eres luz del viernes santo,
    y giralda pà el poeta
    loquito por tu entrecejo
    clavel que nace en la reja.
    Manuel Torres con su embrujo
    tambien le canto a tu pena
    porque tu rostro es Sevilla
    que tu mirada refleja.
    Cinco verdes esmeraldas
    que gallito te trajera
    de la otra orilla del mundo
    pa realzar tu belleza.
    El aire caracolero, rondaba por la alameda,
    o torero y feriante, guitarristas, cigarreras,
    bailaoras y palmeras
    y tambien Juanita Reina,
    lloraban con tu persona
    cuando te tuvieron cerca.
    Los Mairenas y Centenos,
    los Loreto, los Ortega.
    Pastora en la calle parra,
    desde un balcon en su reja,
    y tu traspasas el arco,
    y los armaos que te velan,
    de una Sevilla romana,
    con plumas y con nagueta,
    de esta tierra mariana
    donde brilla la saeta
    con una Virgen Morena
    que de Esperanza me llena,
    que vive en una muralla
    y se llama MACARENA.

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  3. Genial Antonio Burgos, eso sí fue un pregón

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