jueves, 15 de septiembre de 2011

Pregón Joven 2011. Sinopsis

El pasado domingo, 11 de septimbre, tuvo lugar el III Pregón Joven que organiza la Real Hermandad de Torrijos. Con los asientos del templo prácticamente ocupados, comenzó pasadas las 12:00h. del mediodía y contó con la intervención de Coro de la Hermandad, que interpretó las "sevillanas del abuelo" y Sueño de Realidad, a petición del pregonero.
El acto fue presentado por la pregonera del año anterior, Ana Belén Suárez, que tras un brece elogio a la Virgen de la Estrella, pasó a presentar a J. Javier Veira, pregonero del presente año.
El pregón comenzó en tono elevado, exaltando la imagen de la Virgen y del Niño Jesús y entremezclándola con la del Cristo de Torrijos. Javier Veira hizo un recorrido por los momentos importantes del año, tales como la Romería o la salida del Domingo de Resurrección, donde se centró en su participación en ambas. De la Romería destacó la calles, el traslado y el encuentro de la Madre con su Hijo, y de Resurrección, las lluvias de flores que calleron sobre la Virgen de la Estrella.
También habló de la vida de Hermandad, de los momentos importantes, en los cuales se centró en sus propias vivencias, por ejemplo, dentro del Grupo Joven. Como no, resaltó momentos concretos como la llegada de Santa Ángela, donde aprovechó el ejemplo de la Santa para resaltar la necesidad de sobriedad y sencillez en todos los ámbitos de nuestra sociedad. La salida extraordinaria al cementerio, el regalo de la medalla concepcionista o de la mariquilla, etc. También, como no podía ser de otra manera, destacó la Coronación Canónica como hito en las vidas de aquellos que lo vivieron y disfrutaron. Especialmente se centró en su participación como acólito en el pontifical, hecho que agradeció a Justo Benítez, anterior hermano mayor.
Habló también de su infancia, de cómo conoció las devociones de Valencina y la Romería. Recalcó la importancia de sus abuelos en su vida, e hizo un homenaje, dirigiéndose a su abuela, a su abuelo que, según apuntó, lo "mira desde el cielo".
Pasó a finalizar el pregón, con multitud de agradecimientos: a sus amigos, a miembros de la Hermandad, etc. Esto hizo saltar las lágrimas a algunos de los presentes. Concluyó con un poema en el que concentró toda su emoción.
En definitiva, un acto que duró alrededor de 55 minutos y que causó buenas sensaciones entre los que tuvieron la oportunidad de asistir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario